No es discutible la medida de la cuarentena, somos conscientes de que salir a la calle indiscriminadamente no es el camino y sus posibles consecuencias perjudiciales. Pero es importante no entrar en la falsa dicotomía «cuarentena o no cuarentena», o «vida o muerte».
Conocemos la seriedad del caso porque hemos gobernado. Todo aquel que ha tenido ese rol lo sabe, como Horacio Rodríguez Larreta, que asume la responsabilidad que tiene con cada ciudadano de Buenos Aires. Por eso acuerda y coordina políticas con Provincia y Nación, teniendo como prioridad el bienestar y cuidado de todos. Incluso, teniendo que tolerar a veces alguna desubicación de alguien del kirchnerismo.
Nosotros representamos a la gente que reclama ayuda, que está asfixiada económicamente. Es necesario contener esas necesidades en lo inmediato y entrar en una cuarentena inteligente. El Presidente se equivoca, a mi entender, cuando ve esto en una sola dimensión, la de los epidemiólogos. Tiene que verlo con epidemiólogos, claro está, pero también con empresarios, con productores, con economistas, con especialistas en desarrollo social, en educación.
Es importante escuchar otras voces y mostrarle a la sociedad una vía de salida. El problema de los que gobiernan hoy es que están acostumbrados a escuchar una sola voz y a hablar con un único registro. No le estamos diciendo al Presidente que queremos que se termine todo esto ya. La gente necesita comer, necesita trabajar. Tenemos que empezar a reactivar, no solo desde lo económico. Hay que atender necesidades anímicas y psicológicas. El Presidente también tiene que ocuparse de la angustia de la gente, para eso fue votado, no para enojarse.