Con 33 votos a favor y 27 en contra, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó el Presupuesto 2023. Se prevé que no haya aumento de impuestos ni creación de nuevos tributos.

¿Cómo se reparte la torta porteña?

La ley de leyes estipula un crecimiento de la partida destinada a Educación, que representa el 20% del total y un monto de $431.860 millones. Para el área de Salud se destinará el 16,5% del total del presupuesto: tiene asignado para 2023 un crédito de $355.145 millones. Promoción y Acción Social tienen el 10,4%, del presupuesto con una partida de $223.253 millones.

El oficialismo resaltó que el proyecto aprobado contó con el consenso de los 32 legisladores de los diferentes bloques que integran Juntos por el Cambio en la Legislatura y el apoyo del legislador de Consenso Federal Eugenio Casielles.

El debate

Emanuel Ferrario ejerce la presidencia de la Legislatura y defendió el proyecto al decir que “logramos algo muy importante en la sesión de hoy. Con la aprobación del presupuesto estamos llevando certezas a los porteños sobre las prioridades del Gobierno: la educación, la salud, la seguridad. Estamos llevando soluciones a los problemas de la gente”.

Con respecto a los Servicios de la Deuda, esta finalidad muestra un presupuesto asignado de $89.454 millones, representando el 4,2% del total del gasto. Bajando así un 30% el peso de los intereses de la deuda en el presupuesto total, ya que para el corriente año será del 6%. Respecto a la baja de tributos, desde el 2018 la Ciudad viene implementando una reducción en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos a distintos sectores productivos.

A través de la implementación del Consenso Fiscal 2017, la Ciudad redujo la carga tributaria de este impuesto sobre sectores claves como, por ejemplo, la construcción, la industria manufacturera y las actividades primarias, entre otras. Este beneficio significará otro importante esfuerzo fiscal para la Ciudad en el 2023, con una proyección de $ 94.500 millones.

En el recinto, Lucio Lapeña de Evolución-UCR manifestó que “vamos a acompañar este presupuesto porque no plantea aumentos en los impuestos, no plantea aumentos en alícuotas ni crea nuevos tributos” y resaltó que “el presupuesto de la Ciudad reúne algunos principios básicos que hacen a un buen gobierno: cuentas públicas ordenadas, con superávit, 3 años después de una pandemia. Una política de deuda sustentable y sostenible en el tiempo: se redujo el pago de intereses un 30% y el stock cayó a niveles de 2015. Y una actitud responsable. Es decir, no compromete ejercicios futuros con deudas impagas, déficit fiscal ni proyectos de infraestructura faraónicos”.

“Digo esto porque algo que el Gobierno Nacional no puede mostrar el presupuesto que propone para el 2023 tiene inconsistencias notables, implica déficit fiscal, las deudas se acumulan debajo de la alfombra y todo ello en el último año de una administración muy desordenada y con pocas posibilidades de reelegir. Es muy claro el contraste entre Ciudad y Nación”, finalizó.

Desde el kirchnerismo, Claudia Neira aseveró que “el presupuesto de la Ciudad es de más de 2 billones de pesos. En los últimos 15 años la recaudación se incrementó un 40%, o sea que el Estado porteño hoy cuenta con muchos más recursos. Por ello nos parece inexplicable que no se aborden problemas muy claros que persisten a lo largo de todos estos años en la Ciudad”.

Detalló que “uno de ellos es el del sistema de salud, cuyo funcionamiento depende en gran medida de residentes que trabajan por $120.000. Aún así, en el presupuesto que presenta el Ejecutivo para 2023, el gasto en personal de la salud es más bajo que hace 15 años atrás. Esta falta de prioridades en el gasto se repite inexplicablemente en diferentes políticas”. En realidad, en el sistema de Salud, a partir del 1 de noviembre, un residente de primer año, soltero y sin hijos, percibe $ 162.000 en mano.