Los precios siguen subiendo en el país. Luego de la valuación posterior a las PASO, la inflación de agosto podría llegar a ubicarse entre 11% y 13%, con lo que se configuraría para fin de año un aumento interanual de 150%, según estiman las consultoras privadas.
Es que, como era de esperar, la suba del tipo de cambio del 22% no tardó en trasladarse a los precios, ya que, como explican los economistas, tomar una medida de ese tipo sin un plan detrás es totalmente ineficaz, ya que los supuestos beneficios que puede acarrear se esfuman en poco tiempo vía inflación.
La visión de las consultoras
El economista Matías de Luca, de la consultora LCG, indicó que su estimación de inflación para agosto es de 13%. “La devaluación dispuesta por el Gobierno el lunes 14 (post PASO) empujó los precios a un nuevo piso de nominalidad. De acuerdo al relevamiento de precios de alimentos de LCG, la inflación en este rubro cerraría en torno al 11% mensual para agosto (versus 5% en julio)”, añadió el especialista.
De Luca agregó que, por otro lado, “una alta proporción de los precios está indexada por el dólar paralelo, que no logró comprimir su brecha con el oficial a pesar de la devaluación, sino que incluso la profundizó, por lo que cabe contemplar un traspaso a precios más amplio”.
Otro economista, Claudio Caprarulo, de la consultora Analytica, señaló que sus estimaciones arrojan que la inflación de agosto va a cerrar en 12,5%. “Va a estar impulsada por alzas en todos los rubros, pero, sobre todo, por un fuerte impacto en alimentos, con la carne a la cabeza, entre otros”.
Otro especialista en el tema, Miguel Kiguel, socio y fundador de la consultora Econviews, afirmó que su proyección para el octavo mes del año es de una inflación de 12%. Aunque no ofreció detalles sobre cada uno de los rubros, agregó que el índice estará muy influenciado por los incrementos en alimentos.
La crisis social vigente
Mientras se espera al 27 de septiembre, cuando el INDEC dará a conocer su habitual informe semestral sobre los datos de pobreza e indigencia y que podría superar el 40%, un informe elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina) advierte que cuatro de cada diez argentinos es pobre, el nivel más alto desde el 2006. El índice de pobreza en la Argentina alcanza al 38,9% de la población, una tasa similar a la observada en 2006, es decir, 17 años atrás.
Por otra parte se indica que los menores de edad son los más castigados por el cuadro social: la tasa de pobreza es más alta en la franja etaria hasta 17 años, en el 61,6%, un nivel que proyecta una muy elevado piso de pobreza para los próximos años. El gasto destinado a lo social aumentó, pero la pobreza también: en 2013 un 25,3% de la población se encontraba debajo del umbral de pobreza en la Argentina y el gasto social representaba el 12,5% del PBI.
Una década después, con un gasto social que aumentó al 17% del PBI, la pobreza impacta en casi el 40% de la población. Otro dato para tener en cuenta es que la pobreza treparía al 50% sin la asignación por hijo y otros planes sociales, siempre de acuerdo con las estimaciones de la UCA.