El domingo 30 de agosto se lanzó el satélite argentino de observación de la Tierra, SAOCOM 1B. El evento tuvo lugar en la base de Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, a las 20:18 horas, en punto. En ese momento despegó el Falcón 9 que llevaba en su cofia al satélite para colocarlo en su órbita.
El despegue se concretó de manera cronométrica y cumplió con todos los detalles previamente programado. Cuando tomó altura, en pocos minutos se pudo observar claramente, como se separaba el satélite y se colocaba en su órbita a 620 km de la Tierra y a 180 grados de su gemelo el SAOCOM 1A, que fue lanzado el 7 de octubre del 2018. Seguidamente, comenzó a desplegar los paneles solares apuntando al Sol. Éstos se convertirán en la fuente de energía para la realización de todas sus funciones. Siguiendo la rutina prevista minuciosamente, comienza la concreción de una serie de maniobras críticas para la puesta en estado operativo. Todo realizado de manera automática. Cuando todos estos pasos fueron finalizados y verificados, se encendió la computadora que, como primer objetivo despliega el radar. Este es fundamental porque le permite capturar todas las imágenes que transmitirá a las estaciones terrenas de todo el mundo. Ambos SAOCOM 1, A y B, junto a otros cuatro satélites, Cosmo-Skymed de la Agencia Espacial Italiana (ASI), integraran el Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (Siasge). El ingeniero Lucas Bruno, de la CONAE, Jefe de Operaciones de la Misión SAOCOM, se refirió a ésta explicando cómo se ubicarán en su tránsito por el espacio: “Los dos satélites van a estar a 180 grados de distancia, uno del otro. Es decir, si pensamos en un reloj, el 1A está a las 12, el 1B a las 6 y los otros cuatro, a las 3 y las 5, las 7 y las 9. La idea es que lleguen a cubrir toda la circunferencia de la Tierra”.
Su consigna es relevar datos sobre la humedad del suelo y otras características esenciales para el agro y anticipar catástrofes naturales. Raúl Bruno, continúa describiendo los primeros pasos del satélite en el espacio: “Una vez verificado que las condiciones estén dadas, comenzaremos a desplegar los siete tramos en los que está plegada la antena del SAR. Esta etapa es clave, ya que se trata del instrumento principal que porta este satélite, demora unas 12 horas. Después, comenzamos a calibrar los sistemas, como el de la propulsión, que nos permitirá ascender los 15 kilómetros que separan al SAOCOM de su órbita, que está a 620 kilómetros. Todas estas maniobras tardan unos dos meses y medio”. Aparte del equipo que está siguiendo la campaña desde la base de Cabo Cañaveral, otros 50. profesionales seguirán el proceso desde y después del lanzamiento, que comprende trabajar sobre todo lo que involucre la tecnología en el lanzamiento, separación del cohete, posicionamiento orbital y despliegue de las antenas radar desde las estaciones terrenas de la Argentina. Ellas son, la sede de la Conae en Falda del Carmen, Córdoba; Invap en Bariloche y en la sede central de Conae en Buenos Aires. El primer contacto con una estación terrestre, lo tendrá cuando pase por Lima, Perú. El SAOCOM 1B se desplaza en su órbita a una velocidad de 27.500 km por hora, que representa 8 kilómetros por segundo. En ese ritmo, cada 98 minutos completa una vuelta al planeta Tierra. La Jefa de Proyecto SAOCOM, Josefina Pérès, desde la sede de Invap, en Bariloche, se refiere al monitoreo que se irá realizando el monitoreo por las estaciones del resto del mundo, además de las situadas en nuestro país, que mencionamos más arriba: “Una vez que el SAOCOM 1B se lance y se separe del lanzador, el Centro de Control de Misión de la CONAE va a tomar el control del satélite desde Córdoba y comenzará a desarrollar una serie de actividades críticas, con apoyo de otras estaciones terrenas en todo el mundo, como la que existe en Tierra del Fuego, Lima, Los Ángeles, Noruega, Kenia, Antártida, Islas Kerguelen, Noruega, y también de Italia y Francia. Todo esto demorará varias horas. Allí se recibirán las primeras señales de vida en el espacio del SAOCOM 1B y se controlará y monitoreará el satélite en forma constante para realizar, con comandos a distancia, las operaciones de despliegue de la enorme antena del Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés de Synthetic Aperture Radar), de 35 metros cuadrados”.
Las características del SAOCOM 1B, están sintetizadas en las siguientes cifras: 3.000 kilogramos de peso; 4,7 mts. de altura y 1,2 mts. de lado. Plataforma de Servicio: 3 Paneles Solares de 1,51 x 2,7 mts. cada uno. Total, de 13m2. Antena Radar SAR desplegada:35 m2. Antena radar, integrada por: 7 paneles de 1,5 x 3,5 mts. Peso de la antena radar: 1.500 kg. Imágenes SAOCOM por día: 225. Altura de la órbita: 620 kilómetros. Velocidad: 27.500 km/h.
Los Datos que transmitirá:
A través de una performance diaria de 225 imágenes. Durante los siete días de la semana. De noche y de día. El sistema de la antena radar le permite poder tomar imágenes con o sin luz solar.
Mapas de Humedad del suelo para uso agricultura e hidrología / Mapas de Riesgo de inundación / Mapas de Riesgo de incendios / Riesgo de enfermedades de cultivos / Escenarios para la toma de decisiones de siembra y fertilización / Determinar agua disponible en nieve para riego / Estudio de desplazamiento de glaciares / Estudio de desplazamiento del terreno, pendientes y alturas, entre otras aplicaciones.
Raúl Kulichevsky, El director ejecutivo y Técnico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que lidera la misión argentina en Cabo Cañaveral, resume la importancia de la campaña con el SAOVOM 1B: «La Misión SAOCOM fue pensada para ofrecer soluciones a problemáticas locales de la Argentina que hasta hoy no pueden ser satisfechas con información de otros satélites. Además, nuestro país se posiciona en un selecto grupo de países capaces de desarrollar la tecnología radar para uso espacial. La Misión SAOCOM está diseñada por argentinos para la Argentina”.
Por Juan Tucci