La pobreza en la Argentina se redujo al 37,3% en el segundo semestre de 2021, según datos oficiales publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Se trató de la cifra más baja desde la llegada de la pandemia de Covid-19, aunque sigue por encima del 2019.
En tanto, un 8,2% de la población quedó bajo la línea de la indigencia en la segunda mitad del año pasado. En la medición por hogares, la pobreza afectó al 27,9%, y dentro de ese conjunto, se distingue un 6,1% de los hogares en situación de indigencia.
Así, con respecto al primer semestre de 2021, la incidencia de la pobreza registró una reducción de 3,3 puntos porcentuales. Tanto en los hogares como en las personas (había sido del 40,6% en personas y 31,2% en hogares). En el caso de la indigencia, mostró una disminución de 2,1%. en los hogares y de 2,5%. en las personas.
¿Cuántas personas afectadas hay?
Según el organismo dirigido por Marco Lavagna, 10,8 de las 29 millones de personas, relevadas en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), no llegaron a cubrir con sus ingresos el costo de la Canasta Básica Total (CBT). Sin embargo, si se trasladan los números al total de la población (estimada en 45,8 millones para 2021), fueron aproximadamente 17,1 millones, los individuos pobres en Argentina, durante los últimos seis meses del año pasado.
La recuperación del empleo alivió la situación de muchos hogares durante el año pasado, en que la economía creció más de 10%, aunque estiman que una aceleración fuerte de la inflación podría rever la tendencia de mejora. En febrero el IPC fue de 4,7% y los alimentos crecieron un 7,5%, mientras que desde el sector privado y el propio Gobierno se espera que para marzo los indicadores sean incluso peores.
En ese sentido se puede leer el alarmante aumento de las canastas alimentarias. El costo de la canasta básica alimentaria (CBA) subió 9% durante febrero, por lo que una familia tipo integrada por dos adultos y dos menores, necesitó percibir ingresos por $37.413 para adquirir la cantidad mínima de alimentos y no caer en la indigencia. Por su parte, la canasta …
Repercusiones:
«La primavera electoral dejó sus frutos con la recuperación del empleo, caída de la desocupación, relativas mejoras salariales, mayor cobertura y aumento en las asignaciones sociales; y, por lo tanto, una consecuente caída de la tasa de indigencia y de la pobreza urbana», sostuvo en diálogo con Ámbito, Agustín Salvia, el director del observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA) que habitualmente suele estimar los datos de pobreza.
«Estos resultados encuentran explicación en una burbuja de reactivación económica post Covid-19, junto a una fuerte inversión pública, manteniendo controlados precios de tarifas, todo lo cual dejó como efecto un incremento del consumo», acotó el especialista quien no es optimista con respecto al futuro: «Cabe esperar que pasada la ola de consumo y la recuperación del empleo, la pobreza vuelva a niveles más cercanos del 40%, un nuevo piso de equilibrio para un proceso que seguirá siendo estanflacionario».