En el marco de la crisis política surgida tras la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, la última inflación del discípulo de Joseph Stiglitz fue de 5,3%. El incremento en los últimos doce meses alcanza un 64%, la peor variación desde 1992.

La inflación núcleo -deja afuera los precios estacionales y regulados- fue en el mes de 5,1%. Alimentos y bebidas, el capítulo más sensible e importante del índice de inflación que informó esta tarde el INDEC, avanzó 4,6% en el mes. Algunos especialistas remarcaron que la desaceleración de los precios de los alimentos, frente al avance de otros rubros del índice, indica que el impacto de la guerra -el principal argumento del Gobierno ante el aumento de la inflación- ya no está tan presente.

En mayo, el índice de inflación del organismo que conduce Marco Lavagna había marcado un 5,1%. El mayor incremento se registró en el rubro Salud, que reflejó un alza de 7,4%. Según el INDEC, detrás vinieron Vivienda, agua, electricidad, gas y otros (6,8%), Bebidas alcohólicas y tabaco (6,7%) y Restaurantes y hoteles (6,2%).

Vestirse sale caro

El precio de la indumentaria sumó otro mes por encima del promedio general, al crecer 5,8%. Desde enero la ropa y el calzado aumentaron 44,2% y en el año avanzaron 83,6%, siendo las variaciones más fuertes de todos los segmentos que estudia INDEC. El transporte registró un alza de 4,7%, con lo cual en los primeros seis meses creció 33,2% y 59% en doce meses. La educación mostró un incremento de 2% en el mes, de 39,7% desde el inicio del año y de 59% frente a junio de 2021, como contrapartida, los dos sectores de menor incremento fueron comunicación (0,4%) y educación (2%).

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de junio había pronosticado para ese mes un alza de 5,4%. Para el año, el top ten de analistas consultados por el Banco Central espera una inflación promedio de 79,2%. Varias consultoras alertaron ya de un salto en la inflación de julio por el fuerte incremento de la brecha cambiaria que se verificó tras el salto de los dólares “libres” y las trabas a las importaciones que derivaron en elevadas remarcaciones. En la consultora LCG, por caso, esperan que ese dato de inflación esté entre un 6% y un 8%.

Más pronósticos pesimistas

Ecolatina y Empiria Consultores, prevén que el IPC terminará el año en un 85%. En tanto, otras consultoras, como EconViews, FMyA, Equilibria y Alberdi Partners, prevén una suba del 90%. FIEL, sumó su expectativa del 92% en el mismo lapso. La economista María Castiglione de la consultora C&T, opinó que tras “el descalabro financiero, el cepo a las importaciones que complicó los precios y la incertidumbre por la renuncia del ex ministro Guzmán, el piso de la inflación de julio sería del 7%”, estimó.

También la consultora ACM espera en julio la inflación mensual más alta en lo que va del año, con un piso «cercano al 7%», estimó. Y alertó que «para los meses próximos se corre el peligro de una espiralización inflacionaria tanto por posibles reaperturas de paritarias, cómo por la formación de expectativas». Desde la política la diputada Paula Oliveto, castigó al oficialismo: «Los que hablaban, lloraban, tiraban piedras y hacían paros durante el gobierno de Mauricio Macri ahora están mudos. Ya nada dicen de la inflación, la pobreza y la miseria que cobran los jubilados”.