Corach realizó un detallado informe de la actividad que están realizando en la ciudad: “En primer lugar la meta a cumplir es ayudar a cambiar la situación de calle y desamparo buscando capacitarlos para conseguir una ocupación para normalizar su vida. Más allá de alojarlos y protegerlos por el frío y la pandemia”.

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas se puso en marcha el Operativo Frío. Se realiza en toda la ciudad de Buenos Aires para asistir a la población vulnerable de comida, alojamiento y kits de abrigo y prevención del COVID-19. La pandemia sumó a esta necesidad permanente otro componente que multiplicó los esfuerzos para la contención de estas personas. Para resolver esta ecuación compleja se abrieron nuevos centros de ayuda y se incorporó más gente para asistirlos.

“Unos 50 móviles que recorren la ciudad, entregan viandas calientes y secas; frazadas; kits con gorros, bufandas, medias y guantes; y kits Covid, con barbijos y elementos de higiene. En los días que siguieron al 20 de marzo a abrimos nueve dispositivos de emergencia con más de 900 plazas extras a la red que tenemos normalmente. Se abrieron centros especiales en los que quienes llegan hacen cuarentena”. Todos los días, los móviles afectados al programa de asistencia, recorren las calles de la ciudad, para tratar de llevarlos a algunos de los lugares de resguardo. Aquellos que se niegan a concurrir a esos sitios reciben distintos elementos para ayudarlos a soportar la inclemencia del frio y la pandemia. Así lo comenta Maximiliano Corach: “El gran desafío que tenemos siempre es generar confianza con la gente que está en situación de calle. Es la manera que aceptan ingresar a dispositivos. Hay que trabajar, contener, hablar, generar una relación, que permita confianza y aceptar la ayuda, no sólo para el ingreso, sino para salir de la situación de fondo”.                     En ese sentido, la preocupación del funcionario, de su equipo y de la ciudad, es hacer todo lo posible para sacarlos de esta situación ofreciendo distintas formas de contención para que puedan resolver sus carencias tanto de vivienda como laborales. También, muchos de ellos se niegan a trasladarse a los centros de ayuda porque, muchas de las veces, se encuentran en ese estado por problemas psicológicos y no pueden adaptarse a las normas de convivencia en los centros. Nos referimos a la aceptación de los horarios de comida e higiene o a la prohibición de consumir drogas o alcohol. El funcionario, sobre estos temas tan delicados, nos manifiesta su opinión al respecto:                   “Si bien siempre hay un trasfondo económico, hay una multiplicidad de problemas que llevan a esa extrema vulnerabilidad. Pueden haber roto su círculo familiar, de contención, haber tenido una tragedia o problemas psiquiátricos”. En relación al aumento adicional en la cantidad de gente en situación de calle, Corach comenta: “No notamos un aumento de la gente en situación de calle. Todos los años es más la gente que ingresa a nuestros dispositivos por el frío y este año es mucho más, porque se mezclan las bajas temperaturas y la pandemia”. Es importante que todos los ciudadanos tengamos en claro que debemos estar atentos a que estas personas puedan recibir la ayuda que les está ofreciendo la ciudad. Para que esto suceda es primordial que cuando encontremos a una persona que se encuentra en ese estado de necesidad, nos comuniquemos al 108 para informar sobre esa situación para que puedan socorrerlo.

Importante: Llamar al 108 para informar dónde ubicar a una persona en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires.