El resultado de las elecciones del domingo 23 de octubre para elegir al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, colocó a los candidatos más votados en condición de ir a una segunda vuelta. Leandro Santoro se anticipó a definir que se bajaba de esa instancia, dada la exigua cifra que separa a Macri de ganar en la primera.
Era casi imposible superar a los 49,61% obtenidos por Juntos por el Cambio, desde los 32,2% de los votos que cosechó el representante de la Unión por la Patria. Por esa razón, en un plazo casi inmediato desde su espacio, confirmaron a través de las redes sociales, la decisión tomada. En esas líneas difundidas, justificaron que: «el resultado que obtendrá Jorge Macri estará a muy pocos votos de alcanzar el número establecido por la Constitución de CABA para ser electo jefe de Gobierno».
A lo cual agregaron que «sería insensato forzar un balotaje”. Leandro Santoro se comunicó con Jorge Macri el martes 24 de octubre, para anunciarle sobre la decisión tomada de bajarse de la competencia en la segunda vuelta y felicitarlo por el triunfo. Jorge Macri respondió desde su cuenta de X con este mensaje: «Leandro Santoro comunicó oficialmente que se baja del balotaje. Es un buen gesto de un dirigente al que valoro y respeto, que tuvo un gran compromiso durante la campaña y actuó con lealtad. Me alegra esta decisión que evita realizar una nueva elección en la Ciudad cuando los resultados ya habían expresado la opinión mayoritaria de los porteños».
De esta manera se obtiene un plazo de tiempo más largo para ir definiendo el armado de la integración del gabinete de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Para transitar prudentemente la transición y no tener que solucionar los temas con el apuro de los tiempos. En cuento al funcionamiento de la Legislatura porteña. Cuando se definan las cifras finales de la elección, cuando se publique el escrutinio definitivo, quedará determinada la cantidad de diputados.
En esta elección Juntos por el Cambio puso en juego a 17 de sus 32 bancas. Según se confirmen los datos renovaría entre 15 y 17 legisladores. Podría perder, entre una y dos bancas del total de 60, que componen la Legislatura. Con lo cual podrá sostener la primera minoría, pero estará ajustado para conseguir el quórum propio. Por eso será necesario acordar con otros espacios. Sobre todo para lograr la aprobación de los proyectos que demanden dos tercios para lograrlo.