La invasión rusa de Ucrania va a seguir. Vladimir Putin se está preparando para un conflicto largo y duro, y probablemente intentará conectar la franja del sur de Ucrania que controla con Transnistria, un territorio de Moldavia que Rusia ocupa desde 1992. No hay expectativas de solución diplomática en el corto plazo. Aunque parece muy improbable que Moscú vaya a emplear armas atómicas.

A menos que Putin tema que el régimen está en peligro. Ese es el diagnóstico de Avril Haines, la directora nacional de Inteligencia de Estados Unidos, presentado hoy ante el Senado de ese país. En el día 76 de la invasión rusa, la estimación de la máxima responsable del espionaje de ese país es que Putin sigue pensando que el tiempo juega de su lado. Y que, además, la guerra económica va a hacer que Rusia se imponga. «Muy probablemente, Putin cree que tiene más habilidad y voluntad que sus adversarios para resistir los desafíos, y probablemente cuenta con que la determinación de Estados Unidos y la UE se debilitará a medida que la escasez de alimentos, la inflación, y los precios de la energía empeoren», ha declarado Haines.


Mientras Haines hablaba, la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha iniciado el debate para aprobar la entrega de 40.000 millones de dólares (37.900 millones de euros) de ayuda a Ucrania y a otros países. La mayor parte de esa cantidad es material militar. En lo que constituye, ajustado a la inflación, la mayor ayuda a un país en guerra realizada por EEUU. desde la guerra de Vietnam. Biden había solicitado 33.000 millones, pero, en una muestra del respaldo de la Cámara a Ucrania, los legisladores han decidido incrementar la ayuda en 7.000 millones más.
Washington ha agotado casi todos los recursos autorizados por el Congreso para ayudar a Ucrania. En ese momento, a la Casa Blanca solo le quedan 100 millones de dólares (95 millones de euros) extra. Entretanto, el lunes Biden firmó la Ley de Préstamo y Arriendo, que le da una tremenda autonomía a la hora de entregar prácticamente cualquier tipo de material militar a Ucrania.


Con la sola excepción de armas de destrucción masiva. Esa fórmula legal solo se había empleado en la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente con Gran Bretaña y la URSS. El dictador soviético Josef Stalin dijo que, sin la ayuda de EEUU a través de la Ley de Préstamo y Arriendo, la URSS habría perdido la guerra contra Hitler.
Gran Bretaña, al ataque. El secretario de Defensa británico, Ben Wallace acusó hoy a Vladimir Putin de lanzar “afirmaciones de cuento de hadas” sobre la amenaza que representa la OTAN. El presidente ruso usó un discurso en un desfile militar para pintar su invasión de Ucrania como una respuesta necesaria a las políticas occidentales. Pero Wallace acusó a Putin y sus generales “totalmente cómplices” de “secuestrar” la memoria de las tropas rusas que repelieron a los nazis en la Segunda Guerra Mundial.


También deslizó que el dictador ya había sufrido una derrota de larga data porque se le acaban las armas de precisión y no podrá reabastecerse. Wallace ha recordado cómo en su última visita a Moscú, a mediados de febrero, el propio Putin y su círculo interno le aseguraron que no se produciría la invasión de Ucrania. «Todos los líderes intentaron persuadirle, pero él ya tenía la decisión tomada y engañó a la comunidad internacional», ha recalcado el secretario de Defensa, el miembro mejor valorado del Gobierno de Johnson. El secretario de Defensa reconoce que existe el riesgo de que Putin recurra al uso de las armas químicas o de armas nucleares tácticas si ve que su ejército no logra avances en su intento de controlar el este y el sur de Ucrania. El ministro británico ha confirmado que su país seguirá incrementando entre tanto su ayuda militar al Gobierno de Volodimir Zelenski y está «adaptando» el envío de armamento a las necesidades en las sucesivas fases de la guerra.