El mes pasado deparó un nuevo golpe a nuestros bolsillos: la inflación de julio medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Fue de 7,4% y se convirtió en la más alta desde abril de 2002 cuando el país sufría el impacto de la ruptura de la convertibilidad.

En lo que va del año la variación alcanzó a 46,2%, mientras que la comparación interanual, es decir los últimos 12 meses, trepó a 71%. El alza de 7,4% del mes pasado estuvo en línea con los cálculos de las consultoras privadas. Que ya proyectan para 2022 un incremento de precios, del orden de 90%. Incluso informes recientes ya la ubican rozando el 100%. Esta escalada motivó al Banco Central a una tradicional medida ortodoxa: la suba de la tasa de interés, que ubicó el rendimiento de los plazos fijos en el orden de 98%. A poco de asumir el ministro de Economía, Sergio Massa, había anticipado en los datos de inflación de julio y agosto no iban a ser buenos. Indicadores de la primera semana de este mes permiten proyectar un cierre similar al de julio.

El precio de los alimentos durante el mes pasado registró una suba de 6%. De esta forma en siete meses se incrementaron 48,3% y en un año 70.6%. Los aumentos más fuertes se observaron en frutas verduras, y productos de almacén. Por ejemplo, cebolla (57,9%), lechuga (40,5%), Batata (36,5%), zapallo (18,4%), banana (17,4%), azúcar (30,5%), fideos (14,3%), galletitas de agua (13,2%) y harina (12,4%), entre otros.

Los rubros vinculados a las vacaciones de invierno tuvieron fuerte impacto en la suba de precios general ya que “Recreación y cultura” tuvo un alza de 13,2% y “Restaurants y hoteles” 9,8%. Siguiendo con la tónica de los últimos meses la ropa tuvo otro importante incremento que dejó la comparación interanual al borde del 100%: en julio el aumento fue de 8,5% y en la comparación con el mismo mes del año pasado el acumulado es de 96,7%. En cambio, en lo que respecta a alquileres y servicios la suba fue de 4,6%, por el impacto de la actualización de las locaciones.

¿Cómo estamos en la tabla regional?

Lamentablemente el país se ubica al frente de la tabla de posiciones inflacionaria: superamos incluso a la mismísima Venezuela de Nicolás Maduro. Donde el índice marcó 5;3%; Chile (1,4%) y Perú (1%) alcanzan el punto de inflación, mientras que Colombia (0,81%), Uruguay (0,77%), México (0,74%), Paraguay (0,7%), Bolivia (0,39%) y Ecuador (0,16%) se sitúan por debajo. Brasil fue el único que tuvo una deflación sin precedentes (-0,68%). En el último año los números también nos castigan: mientras que Argentina suma el 71%, los países de la región tienen el 13,1% (Chile), el 11,1% (Paraguay), el 10,21% (Colombia), el 10,07% (Brasil), el 9,56% (Uruguay), el 8,74% (Perú), el 8,15% (México), el 3,86% (Ecuador) y el 2,04% (Bolivia).

Duras críticas opositoras

Las voces opositoras no tardaron en llegar: el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta hizo una alusión a Sergio Massa y a su nuevo rol en el Poder Ejecutivo: «Pueden cambiar los nombres y pueden cambiar algunas medidas superficiales, pero mientras el gobierno siga improvisando e intentando gobernar sin un plan, el resultado va a ser el mismo: más inflación y más pobreza»,

El diputado radical por la provincia de Córdoba, Mario Negri, escribió en redes sociales que: “7,4% mensual, la inflación más alta de los últimos 20 años. Argentina es el país con la mayor inflación de Latinoamérica y el quinto a nivel mundial. El gobierno dice que está bajando la pobreza y creciendo la economía. Mienten con impudicia y cinismo”. Desde la misma provincia, la diputada nacional por el mismo partido Soledad Carrizo, aseguró que el escenario económico actual es producto de “malas decisiones” y “juegos de poder”, internas y “la persecución a la Justicia”.