El viaje a Washington de varios funcionarios del Ministerio de Economía, dentro de los que se encuentra el mismo ministro Martín Guzmán, como así también funcionarios del Banco Central, buscaría cerrar una renegociación del préstamo asumido por el gobierno de Mauricio Macri en 2018.

Lo que se pretende, es aplicar un Programa de Facilidades Extendidas, para el refinanciamiento de la deuda, que según estima el ministro Guzmán, comenzaría a pagarse en el año 2026. El Gobierno Nacional a su vez afirma que pagará al FMI el vencimiento de los USD 1900 millones, de este 22 de diciembre.

En cuanto al acuerdo, este sigue manteniendo tanto expectativas, como preocupaciones, sobre todo en el sector empresarial, que se encuentra ansioso de que pueda concretarse cuanto antes sea posible. Más allá de la desconfianza que esta negociación despierta en diversos sectores empresarios, muchos también lo consideran un primer paso.

Más allá de que puedan percibirse atisbos de recuperación, como que este año cerrará, con una actividad industrial superior al 15% con respecto a cómo se encontraba antes de la pandemia, y viéndose más favorable que en 2018, no hay señales fijas, ni un camino claro que nos posibilite conocer, si esto fue un mero espejismo, o si fue un efecto legítimo de crecimiento real.

El presidente de la UIA (Unión Industrial Argentina), Daniel Funes de Rioja, se pronunció al respecto, luego del discurso del presidente de la Nación, Alberto Fernandéz, en el la Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina:Arreglar el tema de la deuda externa a los efectos de tener acceso a los mercados. Un acuerdo para el sector privado le va a permitir tener acceso al mercado de capitales y al crédito internacional”.

Al parecer, los dichos del Presidente tuvieron una buena acogida por parte del público presente, destacando el papel de su gobierno al agilizar las negociaciones con el FMI, con el fin de poder establecer un panorama económico claro a futuro. Los principales puntos a discutir, de acuerdo a lo recomendado por el FMI, son los siguientes:

Objetivos claros con respecto al déficit fiscal, reduciendo subsidios, mejorando la recaudación de impuestos por parte del Estado, y normalizar los precios, como así el valor del dólar, tanto oficial como paralelo, con el objetivo de la eventual desaparición del cepo cambiario. Todo esto acompañado de otras medidas necesarias para hacer más posible la capacidad de inversión, como reformas laborales que favorezcan a la contratación y al crecimiento del sector privado.