El Senado confirmó la media sanción obtenida por el proyecto en Diputados y lo convirtió en ley en la sesión del día de ayer. A la medianoche del 17 de marzo. Se resolvió por 56 votos a favor, 13 en contra, y 3 abstenciones.

Este proyecto contó con la propuesta del acuerdo elaborada entre el Gobierno Nacional y los funcionarios del Fondo Monetario Internacional que incluía dos artículos. Uno de ellos se refería al crédito para refinanciar la deuda y el otro un programa para lograr cumplir con las metas, propuestas por el organismo internacional, para reducir gradualmente las variables en déficit de nuestra economía.

El oficialismo no contaba por entonces, con los votos para aprobar el acuerdo en el Congreso en ninguna de las dos Cámaras. Esta situación se produce porque por una diferencia de criterios sobre la viabilidad de este convenio, el kirchnerismo decidió no apoyarlo. Esto se cristaliza cuando Máximo Kirchner renuncia a la presidencia de su bloque en Diputados, manifestando que lo hace en desacuerdo con la negociación con el Fondo monetario Internacional. Con él se alejaron también, los votos de los diputados afines.

El Gobierno necesitaba del apoyo de la oposición para lograr la media sanción en Diputados y la promulgación en el Senado. La oposición decide votar a favor, con la condición de que, el proyecto a someter a votación, no incluya el programa económico. Con el cual no coincidía. Fernández acepta, se quita del proyecto el programa. Así se aprueba en las dos cámaras. El resultado de la elección fue de 56 votos a favor, 13 en contra, y 3 abstenciones.

Se llegó a esas cifras con el aporte de Juntos por el Cambio, con 32 votos positivos, con el 97% de los 33 miembros del bloque y el Frente de Todos, con 20 votos a favor de los 35 integrantes del bloque, el 57% del total. De esta manera se cumple el primer objetivo que es evitar el default. Considerado como muy perjudicial para muchos. Aquellos que piensan que la fragilidad de nuestra economía no podría soportar las condiciones extremas, a las que sería sometida por una situación de cesación de pagos.

Sería una manera de empeorar las emergencias deficitarias que debemos subsanar. Se acrecentarían, según estos especialistas. Otros piensan que no sería tan grave. La realidad es que se optó por este camino. Ahora habrá que resolver la manera de alcanzar las metas propuestas. Allí hay diferencias entre oficialismo y oposición. Unos no aceptan que se suban impuestos y retenciones.

Ni controles de precios. El Gobierno comenzó con el aumento de la nafta, amenazó con subir retenciones y el revalúo inmobiliario. Sería bueno aplicar a la solución de los problemas económicos, el consenso. Algo así, con el cual se actuó para el acuerdo con el FMI. El éxito logrado, debería alentar a continuar con el acercamiento. Que significaría alejarse de la grieta y unirse para resolver la manera de cumplir con las metas.