Francia, Alemania, Italia, España, Dinamarca y Suecia expulsaron en dos días a decenas de diplomáticos rusos. Un gesto que marca una nueva degradación de las relaciones con Moscú. Después de que salieran a la luz masacres de las que se acusa a Rusia.

Italia decidió expulsar 30 diplomáticos rusos por razones de «seguridad nacional», según dijo el martes, el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio. «Esta medida, tomada en común acuerdo con nuestros socios europeos y atlánticos, ha sido necesaria por razones vinculadas a nuestra seguridad nacional y en el contexto de la situación actual de crisis relacionada con la agresión injustificada de Ucrania por parte de la Federación de Rusia», dijo el jefe de la diplomacia italiana.

Los países occidentales manifestaron, este fin de semana, su repulsa tras el hallazgo de decenas de cadáveres vestidos de civil en Bucha. Al noroeste de la capital de Ucrania, tras la retirada de las fuerzas rusas. Rusia niega su implicación en los hechos y denuncia un «montaje» de Kiev para denigrar la imagen de los soldados rusos. Tras salir a la luz las informaciones de Bucha, Lituana anunció el lunes, la expulsión del embajador de Rusia: «en respuesta a la agresión militar de Rusia contra la Ucrania soberana y a las atrocidades cometidas por las fuerzas armadas rusas».

El país báltico además anunció que cortó completamente la importación de gas a Rusia. Siendo el primer estado europeo que corta la dependencia energética con el invasor. Ese mismo día, Alemania comunicó que expulsaba «un elevado número» de diplomáticos rusos destinados en Berlín, según la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock. De acuerdo con informaciones de la AFP, serían 40.

El gobierno de Pedro Sánchez también toma medidas

España decidió expulsar a alrededor de 25 diplomáticos rusos por representar una amenaza para los intereses de seguridad del país. Anunció hoy el ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares. «Hemos decidido la expulsión de España de diplomáticos rusos y personal de la embajada de la Federación Rusa en España que representan una amenaza para los intereses de seguridad de nuestro país», indicó Albares en conferencia de prensa.

La decisión se enmarca en una serie de medidas del mismo tenor, tomadas entre ayer y hoy por otros países europeos. Luego que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunciara masacres de civiles en áreas cercanas a Kiev, que las fuerzas rusas abandonaron recientemente. Albares explicó que la decisión deriva también de lo que llamó “las terribles acciones de los últimos días llevadas a cabo en Ucrania”. Especialmente en Bucha, una localidad de la periferia noroeste de Kiev.

Y en Mariupol, una ciudad portuaria del sur de Ucrania, parcialmente controlada por fuerzas rusas. Tras semanas de sitio y bombardeos. El grupo de expulsados será de alrededor de 25 personas, tal vez alguna persona más, especificó Albares tras la reunión del consejo de ministros en Madrid.