En los primeros días de agosto, el gobierno Nacional, logro los acuerdos necesarios con los acreedores. Se concretó la reestructuración de la deuda con un canje, que llevó largas negociaciones, para alcanzar este cierre.

La noticia excelente, es que hemos esquivado la posibilidad de default. Se estaba convirtiendo en una pesadilla. Más allá de los detalles del arreglo. Fue la mejor manera de cerrar el problema. Algo había que ceder, y luego de idas y vueltas; ofertas y contraofertas. Cada uno jugando su partida, se llegó a un punto de equilibrio.

Seguramente, habrá conformado a las dos partes. Lo más saliente que se puede mencionar es que los bonos que se entregarán en canje para remplazar a los anteriores, equivalen a un promedio de 55,9 dólares por cada 100 del valor nominal. Es casi el punto exacto donde se concilió el acuerdo. Además, hay otras condiciones que alivian la economía argentina. Porque se convinieron plazos largos para la liquidación de los mismos. Lo mejor de esta noticia, es que nos libera para atender la forma, en que se darán los pasos que correspondan en la pospandemia. Como todos los países del mundo nos encontramos en plena emergencia sanitaria. A todos nos provoca, además del dolor de la enfermedad y la pérdida de vidas, un golpe certero en la economía. Por el estado vulnerable en que se encuentra Argentina, en el plano económico, desde hace más de diez años, a nosotros. nos pega mucho más. Es hora de ir elaborando programas, planes o como se los quiera llamar, para ir pensando en la salida de la pospandemia.

Ese tiempo nos debe de encontrar unidos como nunca. Se acabaron todas las rencillas domésticas. Es necesario y urgente, abocarse a esa realidad. El presidente suele hacer declaraciones en esa línea y por ese lado puede conformar un apoyo importante de todos los sectores. De esto, no sale el presidente sólo, ni siquiera acompañado por su espacio. De esta parada se sale todos juntos. Oficialismo, oposición y todo el pueblo argentino. La definición de la deuda nos coloca en posición de adoptar las medidas para salir de la emergencia económica. Primero debemos entender que hay que atacar los temas centrales que nos llevaron al endeudamiento. Es fundamental que para tener una economía sana es necesario equilibrar las crisis que nos llevaron a esta situación. El principal punto es de una contabilidad básica. Nadie puede funcionar de manera sustentable si gasta más de los ingresos que genera. Elemental. A nivel persona, de una familia, de una pyme o de una multinacional. Imposible, nunca

cerrará. Siempre terminará como estamos nosotros. Hay que bajar gastos y generar más recaudación. Se debe apuntar a mejorar los ingresos creciendo en la explotación de los recursos. En cantidad y en complejidad. Deben ser más sustentables. Sacarle el rendimiento máximo. Eso se consigue agregando valor. Comercializar el producto primario deja muchos menos dividendos que si se lo industrializa. Por cada paso que se avanza para sumarle valor en la cadena productiva, le agrega más valor al producto. En el camino recorrido en esa instancia, van quedando en el bolsillo de los argentinos, las ganancias de todos los que intervinieron en el proceso. De convertir al grano de trigo en una galletita envasada en un atractivo packaging y colocarlo en las góndolas del mundo. Es incalculable como se potencian los márgenes de ganancia y cuanto trabajo adicional se generaría en todos los niveles. Ese es otro condimento interesante que quedaría de optimizar la producción. El hecho de que se crearían muchas fuentes laborales. Significa que bajaría la carga de los subsidios que el Estado le otorga a los que tienen un ingreso insuficiente o nulo. Sube la recaudación y se reduce el gasto. Mayor capacidad para lograr el equilibrio de la balanza y conseguir, por fin, el crecimiento. Iniciar la curva del crecimiento, en estas condiciones, no tendría techo. Quizás no convertiríamos en el país que debíamos ser. Por las riquezas de las que fue dotado nuestro suelo. Era un destino de grandeza que solo nosotros pudimos torcer. Con nuestras torpezas y mezquindades. Aparecen pautas interesantes. Nuestro presidente, está apuntando a esa línea de pensamiento. Quiera Dios que podamos lograrlo. Que pueda conducirnos por ese camino que sugieren sus palabras cuando dice, por ejemplo; «Cuando uno habla de la necesidad de desarrollar la industria no quiere dejar a nadie afuera. Quiero que las grandes empresas y el campo sigan produciendo, porque la Argentina que se viene nos necesita a todos. Tengo claro que ustedes son mis principales aliados, porque en ustedes anida la misma vocación que yo». Otro hecho fundamental. fue el anuncio de volver a poner en marcha el Plan Procrear, que va a generar un alivio para las personas con el tema de vivienda irresuelto. También para refaccionar o ampliar. Son 25 mil millones de pesos que se ofrecerán en líneas de créditos. Es una manera de reactivar la industria de la construcción que representa una apreciable cantidad de puestos de trabajo. De acuerdo a estos temas, remarcamos y seguimos reproduciendo las palabras de Fernández insistiendo en lograr unir a los argentinos para dar estos pasos: “Estamos cumpliendo con nuestra palabra de poner al país de pie y de que la deuda no nos iba a impedir lograr un proceso de desarrollo para la producción y el trabajo». Ese es el Alberto que necesita la Argentina, el que pueda convocar, sin resentimientos a todos los espacios. Así se sale de esta parada. Un ejemplo para poner sobre la mesa es lo sucedido esta semana con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) que presentó su plan de reactivación económica:

“Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora, Inclusiva, Sustentable y Federal”. El miércoles estuvieron con Alberto Fernández y el jueves 6 con un grupo de 15 legisladores de Juntos por el Cambio, también, en otra reunión con Eduardo Duhalde. Es un grupo de privados que fueron en la búsqueda del consenso de todos los espacios porque consideran que su iniciativa merece convertirse en una política de Estado y reglamentada por una ley. Lograron que todos los espacios acepten el proyecto y lo apoyarán para que tenga forma de ley y pueda llevarse a cabo. Esa es la forma. Lo están haciendo los privados. Este es el compromiso. Esto es lo que queremos Así se crece, desarrolla y avanza. No hay otra forma. El documento presentado y aceptado por todos, planifica los objetivos a lograr: Llegar al 2025, con un aumento de las exportaciones anuales de 16 mil millones de dólares más. En el movimiento económico de todo el país, 32 mil millones de dólares más. En el empleo distribuido en todo el país, más de 210 mil empleos directos y cerca de 700 mil indirectos. Todo esto sin subsidios del Estado.