Al parecer, el foco de atención del asunto eran los jugadores argentinos que previamente se encontraban jugando en sus respectivos equipos en el Reino Unido. Entre ellos se encuentran el arquero Emiliano “Dibu” Martínez (Aston Villa), el defensor Cristian Romero (Tottenham), el mediocampista Emiliano Buendía (Aston Villa), y el mediocentro ofensivo Giovani Lo Celso (Tottenham). Los cuales, según Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), ente autárquico, asociado al Ministerio de Salud de Brasil, no deberían haber tenido permitido ingresar al partido. El asunto ya se estaba caldeando incluso antes del partido, con motivo de los rumores de deportación para los jugadores involucrados.
En su momento, la postura del seleccionado argentino fue la de marcharse si no se le permitía al resto del equipo jugar, y en declaraciones posteriores, Lionel Messi, capitán del equipo, manifestó su descontento dando a entender que la intromisión era algo ya preparado. El plantel se encontraba hace ya tres días en Brasil, y nunca hubo notificación de ningún tipo.
El motivo según el cual Anvisa sostiene su intervención, es que debido a la inclusión del Reino Unido en la lista de alerta roja por casos de COVID-19, se prevé que los jugadores provenientes de dicho país hagan cuarentena obligatoria, cosa que, de acuerdo con las autoridades sanitarias, no se cumplió. Además, que en su momento, el origen de partida de dichos jugadores no estaba claro, al haber declarado que viajaron desde Caracas (Venezuela), pero sin determinar que su punto de partida original era Inglaterra.
El DT de la Selección Argentina, Lionel Scaloni, se refirió a la situación y su sentir personal sobre la misma: “La verdad que a mí me pone muy triste. Aquí no hay… Yo no busco ningún culpable, pero es muy triste lo que acaba de suceder, sobre todo porque si pasó o no pasó algo, no era el momento para hacerlo, y nos pone muy tristes la verdad. Cuando tenía que haber sido una fiesta para todos, disfrutar este partido de los mejores del mundo, termina en esto…”
Luego se expresó acerca de su rol como DT, y expresó apoyo para con sus jugadores: “Y yo sinceramente estoy… No sé, no sabría decirte qué palabra utilizar. Me gustaría que la gente en Argentina entienda que, en este caso, como entrenador, yo tengo que defender a mis jugadores. Y si entra gente diciendo, que se los querían llevar y los querían deportar, en este caso no hay ni una chance, porque en ningún momento a nosotros se nos avisó que no podían jugar el partido”.
Y concluyó, refiriéndose al accionar de las autoridades de CONMEBOL, y a la disposición del equipo rival: “Y bueno, el delegado de CONMEBOL, nos dijo que nos vayamos para el vestuario, y bueno, eso hice… Y no tengo mucho más para decir, solamente vengo a explicar la situación, y que Argentina entienda lo que ha sucedido… Y me pone muy triste, nosotros en este caso somos los damnificados, en el sentido de que queríamos jugar el partido, los jugadores de Brasil también querían jugar el partido… Y nada más, el espectáculo estaba para jugar”.
Falta esperar a que se termine de aclarar la situación. Al parecer, se encontraban disponibles las herramientas para deducir la procedencia del pasaporte de los jugadores argentinos, ahora la pregunta que predomina es “¿por qué no se hizo nada al respecto, y se esperó hasta el inicio del partido?”. La CONMEBOL se mostró a favor de Argentina, pero habrá que esperar el fallo final por parte de la FIFA, sobre el cual además se posibilitan dos instancias de apelación.