La invasión rusa a Ucrania sigue generando problemas en el suministro energético del continente europeo: tras una reunión en Bruselas de ministros de Energía de la Unión Europea, el bloque anunció un acuerdo para disminuir en la demanda europea de gas.
Se prevé que cada país de la UE “haga todo lo posible” para disminuir, entre agosto de 2022 y marzo de 2023, su consumo de gas en un 15%. Respecto a su promedio de los últimos cinco años. Hasta el año pasado, cerca del 40% de las importaciones de gas de la UE provenían de Rusia. Hungría, de cordiales relaciones con el régimen de Vladimir Putin, una vez más, se diferenció de sus pares al votar contra el acuerdo. «Se trata de una propuesta injustificable, inútil, inaplicable y perjudicial», afirmó contundente su ministro de Exteriores, Peter Szijjarto. Alemania es el país europeo más afectado por la medida.
“Los alemanes van a tener que reducir su consumo de gas de forma consecuente. De lo contrario, no podrá asegurar su suministro para el invierno. Es muy probable que, en esa época, Rusia corte completamente sus exportaciones a Europa. Está esperando el mejor momento para hacerlo, es decir, cuando Europa esté aún más golpeada por la crisis y la inflación”, detalló en la capital belga, Simone Tagliapietra, experto en energías del think tank europeo Bruegel.
Según este experto, Moscú busca actualmente forzar el aumento del precio del gas para aumentar la inflación. Que está desestabilizando a Europa. Con el anuncio del lunes, donde Rusia redujo del 40 al 20% la provisión de gas, a través del gasoducto Nord Stream 1, el costo se incrementó en un 10%. “La estrategia del Kremlin es obligar a Europa a revertir las sanciones”, concluyó
Algunas excepciones
En Bruselas también se ha acordado que los países de la UE que no están interconectados con las redes de gas de otros países, estén exentos de las reducciones de gas obligatorias. Aquellos países, cuyas redes eléctricas no estén sincronizadas con el sistema eléctrico europeo y dependan del gas, para la producción de electricidad, también quedan exentos para evitar una crisis de suministro.
Otra excepción se podrá pedir si han superado sus objetivos de llenado de almacenamiento de gas. Si dependen del gas como materia prima para industrias. O si su consumo de gas, ha aumentado al menos, un 8% en el último año. En comparación con la media de los últimos cinco años. En el caso de los países isleños, Irlanda, Chipre y Malta, quedan automáticamente exentos de la resolución.
La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula Von der Leyen, también se pronunció sobre este acuerdo alcanzado en Bruselas: «Acojo con gran satisfacción la aprobación por parte del Consejo del reglamento para reducir la demanda de gas y prepararse para el invierno. Es un paso decisivo para enfrentar la amenaza de una interrupción total del gas. Gracias a la decisión de hoy, Europa está lista para abordar su seguridad energética como Unión”
En tanto el presidente del Consejo de Europa durante el semestre en curso, el checo Josep Sikela afirmó que “el corte de Gazprom es otra prueba de que tenemos que adelantarnos en la partida y reducir las dependencias energéticas con Rusia lo antes posible».
España, en buena posición
Algunos países como España y Portugal llegaron bien posicionados a la cumbre. En el caso español, su matriz de consumo, cuenta con cerca de un 50% de energías limpias. Es poco dependiente de los hidrocarburos rusos. Sus reservas de gas natural, están muy por encima de la media europea. Además, cuenta con infraestructuras de almacenamiento y transporte de gas muy avanzadas.