La noche del sábado 13 de noviembre, día previo a las elecciones, un tren de la línea San Martín, descarriló y embistió a otro tren de su misma línea, que circulaba por el andén frente al suyo.
Afortunadamente, ambos trenes no traían pasajeros consigo, mientras que los heridos, no pasajeros, poseían sólo heridas leves, y fueron asistidos rápidamente por el SAME, y ayudados por los equipos de rescate para que puedan salir de los vagones. Al lugar también arribó la Policía de la Ciudad y los bomberos.
Según lo informó la Junta de Seguridad en Transporte, dichas formaciones, protagonistas del choque, se refieren a la 3027 y la 3894. Produciéndose el accidente alrededor de casi las 22.30hs, en la señal 55, en la Estación de Palermo, cercana a la Mezquita de la Ciudad de Buenos Aires.
Aún se continúan investigando las causas del suceso. Y ya comenzaron a hacerse virales numerosas imágenes y vídeos, en redes sociales, sobre todo en Twitter. Si bien esto debería ser algo inusual, hay registros no tan antiguos sobre situaciones similares.
En agosto de 2016, por ejemplo, está el antecedente del descarrilamiento del ferrocarril Sarmiento, que salía de Liniers y se dirigía a Once. En esta ocasión, si bien se contó con 18 heridos, no hubo choque de frente con otro ferrocarril.
Y si debemos referirnos de nuevo a Palermo, hace no más de diez años, dos trenes de la línea Mitre, colisionaron no tan lejos del accidente atestiguado el día sábado. Coincidencias que asustan, y que hacen dudar acerca del mantenimiento y el cuidado que se les está teniendo a los trenes y a las vías.
Las personas necesitan ferrocarriles y rieles seguros, para poder tener, valga la redundancia, la seguridad de volver a sus hogares, luego de un largo día de trabajo o de estudio, en ocasión de que utilicen este medio de transportarse en su rutina diaria.
Incluso para los que suelen emprender viajes, por el simple placer de viajar, o de dirigirse a algún sitio para disfrutar de una bella tarde, o el fin de semana, es menester que las condiciones sean cada vez menos susceptibles de este tipo de incidentes. Y por ello, es deseable que así sea.