El plástico, al mismo tiempo que un elemento de suma practicidad, se ha convertido en las últimas décadas en un feroz enemigo de nuestro planeta. Con el fin de combatir ese flagelo, El 3 de julio, se celebra el “Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico” y puede dar comienzo a reducir el consumo de estas bolsas.
Muchas veces personas desaprensivas o desinformadas arrojan bolsas en la calle o peor aún en desagües, que en el caso de nuestra ciudad llegan al ya contaminado Río de la Plata: recordemos que en CABA ya rige la veda hace 6 años de bolsas de un solo uso y de sorbetes plásticos hace más de 3 años.
Algunos datos del problema
Se producen aproximadamente 5 billones de bolsas de plástico cada año en el mundo. Se necesitan 5 minutos para producir una bolsa de plástico, su vida útil es aproximadamente de 15 minutos y tarda cientos de años en degradarse. En nuestra ciudad, antes de su prohibición, se entregaban 500 millones de bolsas plásticas al año en supermercados, hipermercados y autoservicios.
Aún persiste la entrega en carnicerías, panaderías y otros comercios de cercanía. Con un año de consumo de bolsas (500.000.000 bolsas) formamos un sendero de 275.000 km. Por último, retengamos esta cifra: a partir del año 2017 y hasta junio del 2022, se logró evitar la entrega de 2.750 millones de bolsas plásticas. Esto es equivalente a 4,76 veces la superficie de la Ciudad, si las colocamos una al lado de la otra.
El daño ambiental es tremendo: se perjudica a la flora y a la fauna acuática, además de contaminar el medio ambiente. Los peces, aves y otra fauna, confunden su alimento con objetos (bolsas, tapitas, etc.) o partículas plásticas (material plástico en proceso de desintegración). Los peces recogidos en zonas costeras del Río de la Plata que luego consumimos -como el surubí, el sábalo, el patí, el pejerrey y la carpa-albergan en su aparato digestivo diminutas partículas de material sintético.
Generando de esta manera muchas veces que estos materiales ingresen a la cadena alimentaria. Los humanos no nos salvamos: Una persona promedio podría estar ingiriendo 5 gramos por semana de estos plásticos de mínimo tamaño, es decir, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito. Podemos ingerir microplásticos, imperceptibles al ojo humano, a través de peces y crustáceos que comemos; por el agua potable, especialmente la embotellada.
Compromiso de los líderes mundiales
El domingo 16, los países del G7 se comprometieron a reducir a cero su contaminación por plásticos para 2024, a la espera de una nueva ronda de negociaciones en París, en el mes de mayo, con la expectativa de firmar un tratado vinculante de la ONU en 2024. El compromiso de los ”7 grandes”: EE UU, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá consiste en reducir a, su contaminación por plásticos para 2040, dando fuerte impulso a la economía circular y la reducción o prohibición de los plásticos no reciclables.
El mundo duplicó entre 2000 y 2019 la producción de este elemento, pasando de 234 a 460 millones de toneladas, al mismo tiempo que aumento más del doble la producción de residuos, llegando a la escalofriante cifra de353 Mt en 2019. En 2020, más de la mitad de los plásticos proceden de Asia, donde China produce 32% del total mundial, en tanto que el reciclaje a nivel mundial es escaso: solo se hizo sobre un 9% del total en 2019, según datos de la OCDE.